sábado, 25 de enero de 2014



Visita a 4 Monasterios Valencianos
Organizado por Iniciatives Culturals

Real Monasterio de Santa María del Puig - El Puig (Valencia).

Cuenta la historia que a finales de agosto de 1237 San Pedro Nolasco, fundador de la orden de la Merced, descubrió en la cima de la colina, bajo una campana, la imagen de Santa María (la Mare de Déu). En 1238 se erige, por orden de Jaime I, la iglesia de Santa María en conmemoración de la batalla que permitió el asedio de Valencia y en el año 1300, el almirante Roger de Lauria inicia la construcción del majestuoso Monasterio.

Jaime I, el Conquistador, consideró la protección de santa María de El Puig como causa determinante y eficaz de la conquista del Reino de Valencia, proclamó a santa María de El Puig Patrona del reino conquistado, erigió el primer templo a la celestial Señora en El Puig y quiso que los religiosos mercedarios fueran los guardianes perpetuos del Santuario.

Los religiosos mercedarios siguen en la actualidad siendo los custodios de este santuario mariano, que a la vez es la iglesia parroquial de la Villa de El Puig.

Al Santuario de Santa María de El Puig acudieron siempre las gentes valencianas e fervorosas y continuas peregrinaciones; a santa María de El Puig rindieron pleitesía los Reyes Jaime I, Alfonso X el Sabio , Pedro III el Grande , Pedro el Cruel , Felipe III y los actuales monarcas Don Juan Carlos I y Doña Sofía han visitado y pernoctado en el monasterio en varias ocasiones; y ante la imagen de santa María de El Puig humillaron sus tiaras y mitras los Papas Benedicto XIII, Calixto III y Alejandro VI, y los Arzobispos santo Tomás de Villanueva, san Juan de Ribera con los demás prelados valentinos, sin excepción hasta nuestros días.

El convento actual, de planta y estilo escurialescos se comenzó a construir, con la bendición de san Juan de Ribera, el día 1 de septiembre de 1588; día de la colocación de la primera piedra en los cimientos del torreón sureste. Fue su arquitecto y primer maestro de obras Antón Dexado de la Cossa.


El convento tiene dos claustros. El Claustro bajo está formado por cuatro alas de 44,50 metros de longitud por 4,84 de anchura, con 36 puertas de vidrieras emplomadas que dan al patio interior.

En el claustro hay toda una serie de lienzos ovalados del pintor valenciano José Vergara (1726-1799) representando mártires mercenarios.


Espada de Jaime I.

Fascimil

En este claustro hay una dependencia llamada Salón Gótic, una de las dependencias del convento del siglo XV y donde se encuentra la “Sección de facsímiles” del “Museo Nacional de la Imprenta y de la Obra Gráfica”.




En la Capilla de la Comunidad, también en el claustro bajo, es de destacar el “Cristo” de la escuela de Francisco Vergara; el zócalo de azulejos del s.XVIII; los dieciséis cuadros de cerámica de Manises, del año 1774 y los lienzos de la escuela valenciana del s.XVII. 


En este claustro se puede admirar el Patio interior de una majestad renacentista y sobriedad castrense.



El Claustro alto tiene unas magníficas proporciones, así como el sencillo encanto de las bóvedas de arista que forman su techo


En este claustro están las dependencias-habitaciones de los religiosos mercedarios, la biblioteca con cerca de 30000 volúmenes, el archivo de la comunidad y la iglesia.




La construcción del edificio actual fue iniciado por el almirante don Roger de Lauria, el año 1300, continuada por su esposa, doña Saurina de Entenza, y concluida (a mediados del siglo XIV) por la hija de ambos, doña Margarita de Lauria y Entenza.




El templo de planta rectangular, de tres naves con bóvedas de crucería sostenidas por robustas pilastras, es un recinto de 26,40 por 16 metros (sin contar las capillas laterales) presidido por la Capilla Mayor o Presbiterio de ábside cuadrado, al estilo de los templos visigodos.

En la Capilla Mayor se venera la imagen de Nuestra de El Puig, aparecida cuando la conquista de Valencia y hallada por san Pedro Nolasco debajo de una campana en el lugar preciso que le señaló un reguero de estrellas. La imagen es un medio relieve cincelado en piedra, ejemplar precioso de la estatuaria bizantina (tal vez, de los siglos VI al IX); en él se aprecia la técnica del relieve griego, con incorrecciones y pormenores de culturas exóticas, características del estilo bizantino.

La imagen fue coronada canónicamente el día 9 de octubre de 1954.

En la Iglesia se conserva el sepulcro del mercedario Fr. Juan Gilabert Jofré, fundador (en 1409) del primer hospital psiquiátrico del mundo, en la ciudad de Valencia. Así como los sepulcros de los mercedarios Lorenzo Company (1479) y Juan Calvo (1574) y el más primoroso monumento funerario gótico de Valencia, obra de la segunda mitad del siglo XIV; es el enterramiento del capitán don Bernardo Guillén de Entenza, tío del rey Jaime I.

A la iglesia actual que hoy se admira precedió, en el tiempo, la de una sola nave construida por orden de D. Jaime I, en 1238, y entregada a la Orden de la Merced por dicho monarca, el 26 de julio de 1240: de la que se conserva únicamente la extraordinaria portada trasladada de su emplazamiento primitivo (frente a la Capilla Mayor) al lugar lateral que ocupa hoy. 

El Camarín de la Virgen de El Puig está situado detrás de la Capilla Mayor. En su cúpula, pechinas y paredes pinto José Vergara en 1781 lo que la tradición nos cuenta de la imagen de Nuestra Señora de El Puig: que los ángeles la hicieron de una piedra del sepulcro de María; que la trajeron a El Puig; que aquí la veneraron apóstoles y monjes; que la enterraron los monjes debajo de una campana, cuando la invasión agarena; que fue luego hallada; y que Don Jaime I depositó a las plantas de la celestial Señora las llaves de la ciudad de Valencia, cuando las recibió del rey moro Zeyán.


Padre Jofré, defendiendo a un loco. Pintura de  Joaquín Sorolla. Óleo sobre lienzo.
El padre Jofré, era un valenciano que hizo de su vida en el Siglo XIV, una dedicación a los desfavorecidos, estudio derecho, y  fue llamado al servicio de los demás ingresando en la Orden Religiosa de la Merced. Esta orden dedicaba su actividad a asistir y rescatar a los cristianos cautivos en la guerra de reconquista frente a los musulmanes. En aquellas épocas los árabes tenían adelantos en la asistencia a enfermos y así el Padre Jofré conoció los tratamientos que se aplicaba a los enfermos mentales en el mundo islámico.
En el mundo cristiano de la época, los enfermos mentales eran considerados por la gente ignorante como: poseídos por el demonio, lo que daba lugar a infanticidios, tratamientos exorcistas y abandonos. Cuando el padre Jofré, un 24 de Febrero de 1409, se dirigía a la Catedral a pronunciar un sermón de primer día de Cuaresma, presenció como una pandilla de mozalbetes, perseguía a un joven demente, gritando “al loco… al loco” mientras lo apedreaban, el religioso se enfrentó a la turba y los detuvo, pidiendo compasión y el debido respeto a una criatura del Señor, lo llevó a su convento, donde lo cobijo tras curar sus heridas. 
El Padre Jofré, volvió a dar su sermón a la Catedral y al subir al pulpito cambio el mensaje de su predicación, pidiendo a los asistentes caridad para los enfermos abandonados objeto de burla y malos tratos. El mensaje fue tan convincente que conmovió a los asistentes, algunos de los presentes al sermón, gente bien acomodada y con recursos, quedo tan impresionada que allí mismo prestaron ayuda económica a la sugerencia del Padre Jofré a favor de estos menesterosos, necesitados de apoyo ante lo que llamó una «persecución irracional y tanto más cruel cuanto más inocentes, impotentes e irresponsables son las víctimas», tal como explica textualmente su biógrafo Juan Devesa. Su sermón dio lugar a que de la iniciativa surgiera el proyecto que permitió inaugurar el Primer Psiquiátrico del Mundo.


Tal como relata el «Llibre dels Fets» en la colina frente a la cual se encuentra el monasterio se situaba el castillo de Enesa, fortaleza musulmana clave en la conquista de Balansiya (Valencia).



La conquista de este, rodeada de una leyenda épica y religiosa, llevó al rey a la voluntad de fundar un monasterio precisamente en este lugar, haciendo donación de estas tierras a Arnau de Cardona, maestro de la Orden de la Mercé.

De esta fundación inicial que sería una sencilla capilla de Reconquista no queda ningún vestigio, a excepción de la portada de la iglesia actual, pero que no está en su ubicación original.

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Aposentos Reales en el Real Monasterio de Santa María del Puig (Valencia).

Desde 1967 es propiedad de los mercedarios, aunque también se emplea como lugar de residencia oficial de los Reyes de España en sus visitas a Valencia.

Museo de la Imprenta y las Artes Gráficas - El Puig (Valencia)

Situado en el interior del Real Monasterio de Santa María del Puig, es el primero de España y segundo más importante de Europa, después del de Maguncia.


El Museo muestra la importancia esencial que nuestra Comunidad desempeñó en la introducción del papel y el posterior desarrollo de la imprenta en España, con las implicaciones de tipo cultural y económico que ello comportó, así como el papel que la imprenta representó en nuestro desarrollo.




En este museo, recientemente habilitado y ampliado por la Conselleria de Cultura, se exponen prensas de madera, más de 60 máquinas, moldes de tipografía, relieves grabados a mano y reproducciones de ejemplares únicos.


En la sala de Gutenberg se representa con fidelidad un taller de imprenta del siglo XV, en el que una copia exacta de la prensa de Gutenberg prermite ver cómo se imprimía en aquella época.


Gutenberg, en su labor de impresor, creó su famoso incunable Catholicon, de Juan Balbu de Janna. Pocos años después, imprimió hojas por ambas caras y calendarios para el año 1448. Además, junto a su amigo Fust editaron algunos libritos y bulas de indulgencia y en particular, aquel monumento de la imprenta primitiva, la Biblia de las 42 líneas, en dos tomos de doble folio, de 324 y 319 páginas respectivamente, con espacios en blanco para después pintar a mano las letras capitulares, las alegorías y viñetas que ilustrarían coloridamente cada una de las páginas de la Biblia.

Libros, incunables, ediciones ilustradas con grabados de madera: la mejora de las técnicas y materiales de imprenta llevaron durante cuatro siglos las palabras por todo el mundo. El arte tipográfico evolucionó y llegó a crear obras maestras en la formación y estructuras de libros y ediciones especiales impresas. Actualmente las técnicas de impresión en calidad y volumen han mejorado de forma impresionante, algunas por medio de computadora, olvidándose del arte tipográfico que muchos tipógrafos del mundo se resisten a cambiar.
Los nuevos medios de comunicación aparecieron en un momento de un cambio acelerado y de comunicaciones más veloces y fueron la respuesta a la mayor demanda de información y entretenimiento. Los nuevos sistemas y estructuras nunca borran por completo los anteriores sino que se superponen. Así, las nuevas técnicas de almacenamiento y recuperación de información han necesitado de los medios de impresión en este campo para reagrupar y encontrar nuevas colocaciones, a menudo de carácter más especializado.


Después de la visita al Real Monasterio de Santa María del Puig, nos dirigimos al Monasterio de San Miguel de los Reyes.


Emonasterio de San Miguel de los Reyes (en valencianoSant Miquel dels Reis) se sitúa en la ciudad de Valencia (Comunidad Valenciana), en el barrio de Els Orriols. Fue fundado en el siglo XVI por el duque de Calabria sobre un antiguo monasterio de la Orden del Císter. Es una importantísima obra del Renacimiento valenciano que según algunos autores puede ser considerado como precedente del monasterio de El Escorial, siendo como éste, monasterio jerónimo, foco cultural e iglesia conmemorativa de la memoria de su fundador.

La fachada en definitiva, forma parte de la tipología conocida como fachadas retablo, que tanta predicación tuvo en tierras valencianas, y directamente se conecta con las portadas de la Iglesia del Carmen o la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en Liria (Valencia). Se considera como una de las primeras fachadas retablo del Reino de Valencia. 


Monasterio de San Miguel de los Reyes - Valencia.

En el centro del patio habia inicialmente una fuente que a finales del siglo XVIII fue sustituida por un pozo hoy desaparecido. Alrededor de este claustro se situaban las dependencias donde se desarrollaba la vida de los monjes. En la planta baja se encontraban los servicios comunitarios como la sala capitular, el refectorio o comedor, la cocina etc. En la primera planta los dormitorios de los monjes y en un altillo superior la de los novicios. El prior ocupaba las salas situadas en la torre sur-este y que en la actualidad recibe el nombre de Torre del Prior. 

Al claustro sur se entra desde el jardín por una sencilla puerta adintelada situada a la derecha de la fachada principal de la iglesia. Esta puerta nos lleva a un vestibulo conocido como sala de las maquetas que directamente y a traves de una puerta da paso al claustro. Una vez hemos entrado en el claustro, si queremos hacer un recorrido por el mismo, empezaremos por el ala que queda a nuestra derecha. Puerta de comunicación entre el claustro y el vestibulo

Este claustro está formado como hemos dicho por dos galerías superpuestas, al piso de arriba se accede por una escalera de las llamadas imperiales, es decir comienza con un solo tiro para dividirse más arriba en dos tiros divergentes a derecha e izquierda. Esta escalera de tipo imperial fue construida en 1600 por Joan Cambra. 



La primera portada y la más grande corresponde a la escalera que sube al piso superior del claustro, la segunda puerta también da acceso a la escalera y en ella encontramos uno de los pavimentos originales del siglo XVII del monasterio . El techo de la escalera principal se cubre con bóveda de medio cañón decorada con casetones. La escalera es obra de Joan Cambra realizada entre 1601 y 1603. La portada de acceso es una gran portada adintelada flanqueada por pilastras y sin decoración.

La tercera y cuarta puerta daban acceso a la Capilla de los Reyes y al Aula de Lectura respectivamente. La construcción en esta ala del claustro entre 1874 y 1886 de talleres para los presos que ocupaban el monasterio, hizo que toda el ala fuera destruida, por lo que de las dos salas que ahora hemos comentado no quedan mas que el recuerdo y por ello se usan como salas de exposiciones temporales y no son originales.

La Capilla de los Reyes construida por Juan de Vidaña, Joan d'Ambuesa y Joan Cambra entre 1548 y 1604, era una de las estancias mas ricamente decoradas. El Altar se situaba mirando al oeste y se cubría con bóveda apoyada sobre cuatro pechinas.

El Aula de Lectura construida por Joan d'Ambuesa y Joan Cambra entre 1581 y 1601, estuvo destinada, problablemente, a alojar el aula para leer arte y teologia según la idea inicial del Duque de Calabria. Se ordenaba a base de pilastras y capiteles sobre los que se apeaban los arcos que sustentaban las bóvedas. 

En 1545, el duque de Calabria obtuvo del papa Pablo III una bula por la que se suprimía la orden cisterciense en el monasterio de Sant Bernat de Rascanya y se instauraba en su lugar la orden jerónima, pasando a denominarse el monasterio a partir de ese momento San Miguel de los Reyes .

La portada de la iglesia está orientada a oeste sobre la fachada principal del conjunto, recayente a la anteplaza junto al camino real de Murviedro, y se concibió con sus dos torres gemelas, cuadradas. Estas torres están realizadas en sillares, divididas en tres cuerpos por cornisas. Así en el cuerpo inferior se abre un vano rectangular, mientras que en el intermedio se abren dos vanos. En el cuerpo superior de ambas se encuentra el cuerpo de campanas rematado con pirámides y bolas.


En el cuerpo superior hay seis columnas jónicas, también elevadas por pedestales que flanquean el nicho central en el que se encuentra la imagen de San Miguel. El cuerpo superior debió realizarse posteriormente al incorporar columnas salomónicas dejando en el centro un vano rectangular.

A lo largo del siglo XVII Pere D'Ambuesa realizó la fachada de la iglesia de tres cuerpos. El primero es de orden dórico, con seis columnas, y dos nichos que albergan las estatuas de San Jerónimo y Santa Paula.

Sobre la puerta hay un altorrelieve con un ángel que porta los escudos de armas de los fundadores.

La iglesia, fue construida entre 1623 y 1644 bajo las órdenes de Pere D'Ambuesa y Martí D'Orinda. Se trata de un templo de grandes proporciones con planta de cruz latina, amplia y única nave, cúpula sobre tambor circular apoyada en pechinas en el crucero, un gran coro alto a los pies casi tan grande como el del Escorial y capillas laterales entre los contrafuertes comunicadas entre si. La cúpula se cubre con teja vidriada de color azul. 


El coro es amplio, ya que como la orden de los jeronimos es una orden de las llamadas contemplativas, pasaban muchas horas al cabo del dia orando en el coro. En la bóveda del coro encontramos un reloj boca abajo para que los monjes pudierán saber en todo momento la hora del dia.

El interior del templo se ordena con colosales pilastras toscanas con fuste acanalado y cañas en el tercio interior sobre basas. Las capillas se abren a la nave por medio de arcos de medio punto, y sobre éstas se situan las tribunas flanqueadas por columnas jónicas que soportan un entablamento coronado por jarrones y frontones, alternando los segmentales y los de volutas enrolladas. Sobre estos espacios se encuentra un entablamento con ménsulas-talón resaltado sobre las verticales de las pilastras. Una bóveda de cañón con lunetos cubre el espacio. Las ventanas que se abren en los lunetos ofrecen diversidad de diseños aunque guardando la sencillez de estilo. En el siglo XVIII fueron sustituidos los antiguos retablos de madera por otros de estilo barroco realizados con jaspes, taracea de mármol, alabastro y piedra. Estos retablos son los que han llegado hasta nosotros y podemos contemplar hoy en día. 

A ambos lados del Altar Mayor, insertas en los muros encontramos unas hornacinas donde debian estar los restos mortales del duque de Calabria y su esposa Germana de Foix a modo de cenotafios. En el correspondiente al duque vemos su escudo de armas y enfrente el escudo de armas de su mujer Germana de Foix. 

El claustro sur y las dependencias que distribuía fue el primer espacio que comenzó a construirse y se realizó entre 1546 y 1607. Los problemas económicos que suponía seguir la traza de Alonso de Covarrubias, llena de molduras, acorde con el llamado estilo plateresco, obligó a los monjes a cambiar el proyecto. En 1578 monjes jerónimos valencianos acudieron a El Escorial donde copiaron el claustro principal o de los Evangelistas ya finalizado. El claustro valenciano adaptó el clasicismo y rigor escurialense, pero con múltiples variantes. Algunas forzadas por las obras ya construidas, otras sin embargo, eran transgresiones libres del original. Desde 1578 hasta comienzos del siglo XVII, con algunas interrupciones, Juan Barreda, Juan de Ambuesa y Juan Cambra, entre otros, se sucedieron en su realización.


En este primer piso se encuentran las celdas de los monjes. En el ala este, se encontraban las celdas individuales de los monjes. Sobre el dintel de cada dormitorio de los monjes, estaban escritas en unos casos el anagrama XPS y en otros IHS en ambos casos es el anagrama de CRISTO, el primero en griego y el segundo en latin (IHS = Iesus hominum salvatur). Además las celdas tenían su propia numeración, formada por una letra o una letra y un número. Las celdas disponían de balcón y ventana, escritorio, armario de obra, cama y sillas. Las celdas de esta ala fueron realizadas por Jerónimo Labal entre 1571 y 1578. 

Se da la circunstancia que las celdas más solicitadas eran las situadas en la parte este, ya que estas daban al mar y la salida del sol calentaba estas habitaciones por lo que eran más confortables. Existió la idea inicial de construir un tercer piso para los novicios, pero considerando que ello quitaría luminosidad a las plantas inferiores del claustro, se decidió no construirla y que los novicios se pudieran conformar con el altillo ahora existente. 

La celda del prior se encontraba en la torre situada en el ángulo sur-este del monasterio, torre conocida como del Prior. Tenía entrada por el claustro bajo a través de una escalera de caracol o directamente por este primer piso del claustro. Las dependencias del prior ocupaban las dos primeras plantas de la torre e incluian: un oratorio, el estudio y la alcoba. También era costumbre reunir el capitulo en la celda del prior. Es obra realizada entre 1571 y 1578 por Jerónimo Labal. De la obra original sólo se conserva el oratorio y un panel de azulejos que formó parte del pavimento o del zócalo de la sala. En la actualidad la celda del prior y la torre se utiliza como salas de uso exclusivo interno de la Biblioteca. 

En ala sur o del mediodía, volvemos a encontrar nuevas celdas para los monjes que siguen el mismo esquema que las situadas en el ala de levante de la que procedemos. En el ala de poniente (oeste) se construyeron entre 1582 y 1604 por Joan D'Ambuesa y Joan Cambra cuatro celdas, pero en 1603 los monjes acordaron trasladar la biblioteca del Duque de Calabria que se encontraba en el piso de abajo a esta ala del claustro para lo cual realizaron las necesarias reformas. Entre 1874 y 1886 se realizaron obras de reforma en este ala para adaptarlas a su función de presidio y todo lo anterior fue destruido. En la actualidad este ala es utilizada como sala de lectura e investigación para los estudiosos que acuden a la Biblioteca Valenciana. La sala recibe el nombre de Nicolau Primitiu. 

En el ángulo que forman estas dos alas, se encuentra la torre sur-oeste. Esta torre incluía dos celdas individuales y tenían acceso directo a través del claustro superior o por una escalera de caracol que corría interiormente por la torre. Las estancias fueron destruidas en las obras de reforma para su adaptación como presidio. La torre fue realizada por Joan D'Ambuesa entre 1581 y 1587. 

El ala norte de este primer piso del claustro es ciego ya que comparte muro con la iglesia del monasterio. 


Claustro o Patio Norte

Los restos arquitectónicos del monasterio de San Bernat de Rascanya han quedado consolidados formando conjunto con el actual Monasterio. Lo más patente de ellos un arco apuntado gótico de lo que antaño fuera el claustro del convento cisterciense. Hay que decir que en el actual monasterio se utilizaron las piedras y sillares del anterior convento, por lo que poco podía quedar de él. 

Sin embargo la parte más curiosa es el muro situado al este, en donde vemos una linea de lo que podrian ser ventanas y que en realidad son las portadas de las celdas que tendrían que formar un nuevo claustro de iguales caracteristicas al que hemos visto. Este comenzó a construirse en 1756 pero por cuestiones económicas no se llegó a concluir el nuevo claustro y como tal quedó con sus portadas, los arranques de los arcos y el muro inacabado, paralizandose las obras en 1802.

Más tarde en el siglo XIX y durante el tiempo que fue prisión se acabaría de cerrar el claustro con dos nuevos lienzos, dandole su actual configuración claustral, que en definitiva no es más, como ya hemos dicho que un conjunto variopinto de estilos y épocas. 


Diversos focos eremíticos que tenían como ejemplo seguir a San Jerónimo en el desierto de Calcis; ante las críticas que recibían por su tipo de vida, según algunos propias de beduinos, decidieron regularizar su tipo de vida, y acudir al Papa. La decisión apareció prácticamente a la vez en territorios de Castilla y Aragón, y posteriormente en Portugal. El 15 de octubre de 1373 el Papa concedió la bula Sane Petitio a los castellanos, en la que les indicaba entre otras cosas, que en adelante seguirian la regla de San Agustin y usarían hábito blanco y pardo. Al año siguiente concedió lo mismo a los ermitaños valencianos. 

Las casas eran independientes según la corona en la que estuvieran (Castilla o Aragón), pero en el primer capítulo general de la orden, celebrado en Guadalupe (Cáceres) en 1415, se dispuso la unión entre las distintas casas independientemente de su localicación. 


Frente a las órdenes mendicantes, que buscaban actuar sobre el mundo, los jerónimos mantienen la tradición monastica medieval de retirarse de él para rezar por su salvación. Siguen una vida apartada dedicada principalmente a la liturgia, las alabanzas divinas desde el coro, la contemplación y la hospitalidad que conlleva la caridad. La rama masculina de desarrolló en los limites estrictos de la Península Iberica e Islas Baleares. Fueron llamados Religio Sancti Hieronymi Hispaniarum . Precisamente el carácter hispánico de la orden que indica su nombre explica su constante vinculación con la Monarquía Hispana. 

El patio norte es en la actualidad el resultado de la incorporación de sucesivas edificaciones construidas en diferentes épocas: desde los restos arquitectónicos de la alqueria islamica de Rascanya y del monasterio cisterciense de Sant Bernat hasta un ala inacabada del segundo claustro jerónimo y los pabellones penitenciarios. 

Aquel magnífico edificio, y sobre todo el espacioso templo, sufrió una cruel devastación durante la invasión de las tropas de Napoleón, desapareciendo valiosas obras artísticas. El monasterio fue convertido por los franceses en cuartel de artilleria y la biblioteca del Duque de Calabria expoliada y quemada. Los libros que pudieron salvarse pasarían a la Biblioteca de la Universidad de Valencia.


Después, cuando la exclaustración de las Ordenes religiosas del año 1835, cuadros y otras obras artísticas que se conservaban pasaron al Museo de Bellas Artes de Valencia y otras fueron vendidas a particulares. 

Después de la devastación, el monasterio de San Miguel de los Reyes, estuvo en peligro inminente de desaparecer. Un particular que lo habia adquirido iba a demolerlo en 1843 para aprovechar los materiales. El Ayuntamiento de Valencia, mediante informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, acudió al Gobierno, logrando el rescate del histórico edificio. 

Descendiendo por una escalera de piedra negra de Alcublas, se accede a la cripta de pequeñas dimensiones, planta cuadrada y cubierta por bóveda de aristas. En su hastial un altar de piedra de jaspe y mármol negro con apliques blancos realizado en 1753. A la izquierda el mausoleo de doña Germana de Foix y a la derecha el de su esposo el duque de Calabria. Ambos mausoleos son de similares caracteristicas. Sobre un bloque funerario se situa la urna de mármol negro. En su parte superior el escudo de cada uno de los fundadores del monasterio en mármol blanco. 

En principio los cuerpos de los fundadores estaban situados en el Altar Mayor de la Iglesia, en el lugar donde se encuentran las hornacinas en la pared, pero en 1804 los cuerpos fueron trasladados a la cripta. 

No obstante se sabe casi con absoluta certeza que los cuerpos no están en los mausoleos, ya que estos son compactos, y que los cuerpos se encuentran en el suelo de la cripta. Pruebas realizadas con aparatos de medición han comprobado la existencia de cuatro cuerpos, y por estudios realizados se ha llegado a la conclusión de que los cuerpos pertenecen a Germana de Foix, al duque de Calabria y a dos hermanas del duque. 

El 29 de Septiembre, dia de San Miguel, a las 10.00 horas (hora solar) ocurre un curioso hecho, y es que los rayos del sol penetran a traves de una ventana realizada en el muro y marca el punto exacto donde está enterrada doña Germana de Foix y el duque de Calabria. Curiosamente el lugar que marca el rayo de luz es en el suelo de la cripta y no en el mausoleo. 


Sería durante el periodo en que el monasterio fue presidio cuando se acometieron obras para adaptarlo a su función carcelaria. Basicamente las obras se centraron en la demolición de la fachada oeste del claustro sur del que ya hemos hablado y la construcción de nueva fabrica de dos nuevas alas que cerrara el claustro norte, que hasta entonces, no se había llegado a cerrar por sus cuatro costados y estaba inacabado. Además se rodeó el monasterio con una pequeña muralla y unos pocos torreones para los guardias que aún se conservan. Se cegaron los arcos del claustro sur y se cubrieron con cal muchas salas del monasterio. 

Finalizada la visita al Monasterio de San Miguel de los Reyes.

En el año 1546 los monjes jerónimos toman posesión del monasterio. Para renovar el viejo monasterio se solicitaron trazas a expertos maestros: Alonso de Covarrubias, maestro de obras de su majestad y de la Catedral de Toledo, y a Juan de Vidaña, criado al lado del Duque de Calabria y oficial tambien aventajado en materia de arquitectura. El primero ofreció el plan general, que tuvo siempre en cuenta la abadia existente. 

Las obras comenzaron en el 1546 bajo la dirección de Alonso de Covarrubias y se terminaron tras pasar por ella diferentes maestros en el año 1644, aunque hasta mediados del siglo XVIII se hicieron numerosos añadidos en la cripta, la iglesia, los retablos, y las balaustradas o remates del monasterio. 

Poco después de la muerte de su fundador, don Fernando de Aragón en 1550, las obras prácticamente se paralizaron, debido a largos pleitos de carácter económico, hasta que fueron reanudadas las obras en 1578, pero con una dotación presupuestaria bastante más reducida. 

En lineas generales comprendia: una gran iglesia en el eje axial de una composición con dos claustros comunicados por detras del templo mediante un corredor. Modificaciones posteriores transformaron enormemente el proyecto, sobre todo en lo formal, pero la distribución básica se mantuvo. 


En 1802 y con motivo de la visita del rey de España Carlos IV y su esposa Maria Luisa de Parma, se construyó una porteria en forma de dos torres almenadas justo enfrente de la portada principal de la iglesia; portería que en la actualidad es utilizada como punto de entrada y oficina de recepción para visitantes. En el paño que unen ambas torres y por encima de la portada encontramos el escudo de la de la Corona de España

En los modernos jardines que anteceden al monasterio y poco después de traspasar las dos torres almenadas, encontramos una escultura firmada por el escultor valenciano de Quart de Poblet, José Vento González (n.1940), que lleva por titulo "Mujer leyendo", obra en bronce del año 2001. 

También una lápida conmemorativa se alza en este lugar con el siguiente texto en valenciano, latín y castellano: Al patricio Nicolau Primitiu Gómez i Serrano (1877-1971) fundador de esta biblioteca, donada por la familia Gómez Senent para servicio de la cultura valenciana. 11-11-2005 


La huerta valenciana.

Después de visitar el Monasterio de San Miguel de los Reyes, nos dirigimos al Barrio del Carmen donde comeremos.

La huerta valenciana

Pasamos por delante del Museo de Bellas Artes San Pío V.

Por el Convento de la Trinidad.

Las Torres de Serranos

El Paseo de la Pechina.

Calle Blanquerías.

Y el bus nos dejó a los piés de las Torres de Serranos.

Llegamos al Restaurante El Forcat, en la Calle Roteros del Barrio del Carmen.




Terminada la comida continuamos con las visitas programadas.

Iglesia del Convento del Carmen en el Barrio del mismo nombre.

Este templo, puesto bajo la adveración de la Transfiguración del Señor, formaba parte del gran Convento de los Carmelitas Descalzos, existente en este lugar desde después de la Reconquista, y que fue conociendo diversas reformas y ampliaciones hasta que fue abandonado tras la Desamostización de 1836. De su pasado esplendor aún quedan numerosos ejemplos formando parte del actual Centro del Carmen.


Del exterior destaca poderosamente la monumental fachada manierista, que la pequeña plaza del Carmen ante la que abre a penas deja espacio para observarla con la suficiente perspectiva. Su factura es del siglo XVII y su enorme lienzo sobrepasaholgadamente en altura el espacio interior. Muestra tres cuerpos superpuestos de columnas y pilastras, con hornacinas ocupadas por imágenes de santos y de la Virgen titular de diversa calidad, siendo las mejor las situadas a mayor altura, atribuidas a los hermanos Capuz.

Junto a la fachada, marcando el inicio de la calle Museo, se alza la torre campanario cuadrangular que termina en un cuerpo con pilastras bien trabajadas construido en 1741, que remata con la estatua en bronce de un ángel, el famoso Angelot del Carme, que en realidad es una veleta.

La iglesia continuó con culto tras el cierre del convento, y cuando en 1842 se derribaron los vecinos convento y parroquia de la Santa Cruz que estaban en la cercana plaza de ese nombre, su titularidad se trasladó a este templo, por lo que su denominación oficial desde entonces es Parroquia de la Santísima Cruz, aunque se le sigue conociendo en el barrio con el nombre de Iglesia del Carmen.

Del primitivo templo medieval poco o nada queda actualmente, ya que las sucesivas reformas que ha sufrido lo han ido adecuando a los gustos decorativos de la época, especialmente las sufridas a mediados del siglo XVII que le dieron el aire barroco que conserva.

Sarcófago dedicado a Blasco Ibáñez, obra de Mariano Benlliure en el Centro del Carmen.

Sus restos fueron trasladados a Valencia después de la proclamación de la Segunda República Española cumpliéndose así un deseo expresado en 1921 en su última visita a su ciudad: "Quiero descansar en el más modesto cementerio valenciano, junto al Mare Nostrum que llenó de idea mi espíritu". El 29 de octubre de 1933 el pueblo republicano de Valencia se echó a la calle para recibir en procesión cívica, encabezada por el gobierno de la República, el féretro de Blasco Ibáñez que fue llevado a hombros por los pescadores del Grao. "Miles de personas, todos sus personajes, ocupaban las aceras para decirle adiós. En la tapa del féretro, diseñado por Mariano Benlliure, se había tallado un libro abierto y la leyenda Los muertos mandan, título de uno de sus libros".


 Convento del Carmen - Valencia
El antiguo Convento del Carmen está situado en la calle Museo de la ciudad de Valencia. El conjunto monumental de este antiguo convento ilustra desde su complejidad cronológica y diversidad de estilos artísticos, importantes etapas de la historia de la arquitectura en la ciudad de Valencia.
Este edificio está compuesto por varios núcleos como la capilla medieval, el claustro gótico, el claustro renacentista y la iglesia nueva, hoy parroquia de Santa Cruz, esta última con elementos tardogóticos y renacentistas, capilla de Comunión, fachada y campanario barroco, además de valiosos exponentes neoclásicos como la capilla de la Tercera Orden. 


El Real Monasterio de Nuestra Señora del Carmen de Valencia se estableció en el año 1281 en el barrio de Roteros, situado fuera de las murallas árabes de la ciudad, al igual que otros conventos fundados tras la conquista cristiana, como los de Santo Domingo (1239), San Agustín (1250) y Zaidía (1268).


El conjunto arquitectónico del antiguo convento desamortizado, y su iglesia, que pasó a ser parroquia de la Santa Cruz a partir de 1842, rebasa los límites de la historia de la ciudad y puede ser utilizado como eje para dar una amplia visión panorámica de la arquitectura valenciana y aún mediterránea.


En el conjunto monumental destacan importantes puntos de referencia arquitectónica: el refectorio, la sala capitular, el dormitorio, el claustro gótico y la primitiva iglesia en el centro de la actual como elementos medievales datados en los siglos XIV y XV; el claustro renacentista del siglo XVI; la innovadora reforma del interior de la iglesia en la primera mitad del siglo XVII junto con la portada retablo de la misma trazada por Fray Gaspar Sent Martí, etc.




Estamos ante un conjunto constructivo de gran complejidad arquitectónica, debido a las numerosas modificaciones sufridas desde su fundación a fines del siglo XIII. A la lógica dinámica de reformas operada en un monasterio activo durante varias centurias, como veremos en sus diferentes espacios, deben unirse las trasformaciones subsiguientes a la Desamortización, cambiándose su función para adaptarse a Museo de Bellas Artes -como albergue de las obras de arte de los conventos suprimidos-, siendo sede también de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos desde 1848 y Escuelas de Bellas Artes y de Artes y Oficios, hasta 1986.

Su nueva función como Museo le salvó de ser demolido, como aconteció con otros conjuntos monacales valencianos, y le llenó de historia y de recuerdos vivos. No en vano por sus aulas pasaron los mejores artistas valencianos del entresiglos XIX-XX, como Francisco Domingo, Ignacio Pinazo, Joaquín Sorolla, Manuel Benedito, los Benlliure y tantos otros, y junto a ellos sus salas albergaron hasta después de la guerra civil de 1936-39 las joyas artísticas del actual museo valenciano.


Época sin duda de importantes obras son las primeras décadas del siglo XVII, momento en que se desarrolla la actividad del arquitecto y escultor Fray Gaspar Sent Martí (1574-1644), que tomó el hábito en el Carmen valenciano en 1591. Durante estos años de profesión del fraile arquitecto, además de concluirse el sobreclaustro renacentista y las celdas del noviciado, se construyó la biblioteca, la capilla de la Comunión y el transagrario, en la iglesia.

El antiguo Convento del Carmen convertido hoy en Centro Cultural cuenta con más de 7.500 metros cuadrados recuperados, de los cuales cerca de 3.500 están dedicados a salas expositivas.

El Centro del Carmen de Valencia dispone de nueve salas de exposiciones y dos magníficos claustros donde el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana desarrolla un amplio programa de actividades entre exposiciones, conciertos, conferencias, actos literarios, cine, teatro o danza.


Avandonamos el Barrio del Carmen y caminando, nos dirigimos al Museo de Bellas Artes San Pío V.

Escultura urbana en la Calle Roteros del barrio del Carmen.

Llegamos a las Torres de Serranos.

Y a la Plaza de los Fueros

Cruzando las Torres de Serranos y al otro lado del río, vemos la Iglesia de Santa Mónica.

El grupo caminando en dirección al Museo de Bellas Artes.

Cruzamos el puente de Serranos.

Desde el puente de Serranos divisamos el Museo de Bellas Artes San Pio V.

Llegamos al Museo de Bellas Artes.

Colegio de San Pío V, actual sede del Museo de Bellas Artes de Valencia y de la Real Academia de San Carlos, fue fundado por el Arzobispo Juan Tomás de Rocabertí para formación de sacerdotes. Proyectado por Juan Pérez Castiel en 1683, su ejecución se demoró hasta bien entrado el siglo XVIII. Está compuesto por dos partes: el colegio y el templo.


Sus trazas, de porte barroco, siguiendo modelos preexistentes en Valencia, habían sido encargadas al arquitecto valenciano Juan Bautista Pérez Castiel, iniciándose su construcción en 1683.


En el lado oeste del edificio se levantó la iglesia del Colegio entre 1728 y 1744, siguiendo pautas de José Mínguez y mosén Juan Pérez. Ésta era de planta central en forma de ochavo, con anillo de capillas, deambulatorio alto con tribunas y cúpula, que desgraciadamente amenazó ruina muy pronto. Por ello, en 1925, el Ministerio de la Guerra ordenó su demolición pese a los informes desestimativos de la Junta de Monumentos y la Academia de San Carlos, que solicitaban su restauración. En la actualidad se halla reconstruida recuperando su volumen, aunque con cambios sustantivos respecto a su alzado.


La primera fase, concluida en 1990, permitió modernizar las instalaciones del lado este del edificio, situando en la planta baja un salón de actos. En una segunda fase, entre 1992 y 1994, se reconstruyó la antigua iglesia ochavada con su cúpula. La tercera fase fue inaugurada en febrero de 1997, y comprende dos grandes salas para exposiciones temporales, salón de actos, almacenes y muelle de carga, todo ello edificado de nueva planta en el lado oeste. También se rehabilitó, en el mismo lado, un viejo edificio dieciochesco que en la actualidad aloja la zona administrativa, librería, tienda y cafetería. La cuarta fase, consistente en la construcción de los pabellones destinados a la colección permanente, en el ala norte, se inauguró el 9 de mayo de 2003. Dentro de este espacio, se reconstruyó el patio del palacio Vich, futura entrada del Museo por los jardines del Real. La próxima actuación, que se encuadra en una quinta fase, supondrá la rehabilitación del antiguo edificio del Colegio Seminario de San Pío V, que ha albergado el Museo desde 1946.


El claustro formado como hemos dicho por tres pisos, dispone de cinco arcos por lado, los arcos de los dos pisos superiores están cegadas y en ellos se han abierto unos pequeños balcones. Con esta solución se pretendió ganar espacio al edificio ya que al cerrar parte del claustro las alas podían ser utilizadas como aulas o habitaciones. 




El Museo de Bellas Artes de Valencia considerado por su importancia artística el segundo de España, ha gozado siempre de justa fama por el número y calidad de sus obras. El Museo de Bellas Artes, en su edificio actual, muestra una esplendida y valiosísima colección artística. La arqueología tiene buen número de piezas de los mas remotos tiempos, como lápidas, figuras en piedra y bronce, mosaicos, sarcófagos y otras obras muy interesantes labradas en cerámica y marfil. 

Pieza destacadísima es el sarcófago paleocristiano del Ciclo de la Pasión, tradicionalmente denominado de "San Vicente Mártir", decorado con estrígiles y crismón como emblema triunfal del cristianismo. En el centro del sarcófago encontramos la cruz latina gemada y sobre ella se apoya una corona de laurel adornada de lentiscos que enmarcan el monograma de Cristo. Junto a la corona de laurel aparecen dos lirios y sobre los brazos de la cruz dos palomas y al pie, a ambos lados, un ciervo y un cordero. Como podemos observar todo un repertorio simbólico cristiano. Se fecha a finales del siglo IV y su filiación es itálica, estando realizado en mármol blanco. 

Según tradición no confirmada, este es el sepulcro donde fue enterrado San Vicente Mártir después de su martirio. A pesar de ello la procedencia de este sepulcro es harto curiosa ya que procede del Convento de Santo Domingo, cuando este era Cuartel Militar, y el sarcófago era usado como abrevadero de los caballos. En el fondo se puede ver el agujero que hacía de desagüe del agua. 

El sarcófago es propiedad del Museo de Bellas Artes desde 1865 y desapareció del Monasterio de San Vicente de la Roqueta en 1837, para ser redescubierto en la Ciudadela como ya se ha mencionado. 


Exposición Temporal: Moda, ¿Octavo Arte?
Arte e indumentaria de la Revolución francesa a la Belle Époque

Fondos del Museo de Bellas Artes de Valencia y dela Colección Victoria Liceras.


Esta exposición recorre, a grandes trazos, la figuración humana desde el final del siglo de las luces hasta los supuestamente felices años entre las dos guerras mundiales. Este recorrido se hace a través de dos universos paralelos, el de las artes plásticas y el de la moda. El primero, con artistas con nombre propio como Agustín Esteve, Vicente López, Zacarías González Velázquez, Vicente Rodés, José Madrazo, Salvador Martínez Cubells, Antonio Cortina, Ignacio Pinazo Camarlench, Emilio Sala, José Benlliure, Joaquín Sorolla, Cecilio Pla, José Mongrell, José Pinazo o Amadeo Roca; el segundo, obra de creadores anónimos hasta el principio del siglo XX cuando empieza a hablarse de trajes de Fortuny o de Paul Poiret.

Mariano Fortuny y Madrazo (1871-1949), hijo del pintor y pintor él mismo, inventa un tipo de brocado impreso que imita los terciopelos labrados de los siglos XV y XVI, diseñando además vestidos y ropa teatral con ellos. Las grandes damas parisinas suspiraban por “les robes Fortuny”, como cuenta Marcel Proust en su novela En busca del tiempo perdido. Inventa también un tipo de plisado sobre finísima seda, con el que ejecuta su famoso vestido Delphos, parecido a una clámide clásica, pero que cabe en un puño y que luce entre otras Isadora Duncan.

Paul Poiret (1879-1944), libera a la mujer del corsé, y es para muchos, frente a Christian Dior, el Picasso de la moda. Luego vendrán Elsa Schiaparelli, Cocó Chanel y el mismo Dior, los modistas ya tenían nombre.

La exposición refleja la evolución de la indumentaria, especialmente los cambios de la silueta femenina, desde el encorsetado siglo XVIII, la liberación del estilo imperio durante la primera quincena del siglo XIX, o la vuelta del corsé durante el romanticismo y hasta casi el final del siglo.

La influencia de grandes figuras femeninas decimonónicas como la emperatriz Sissi o Eugenia de Montijo es patente en la indumentaria de la segunda mitad del siglo XIX.

El final de esta centuria supone el comienzo de la definitiva liberalización de la mujer con el incipiente acortamiento de las faldas e incluso el corte del pelo, hasta entonces impensable.

La muestra incluye accesorios relacionados con la moda, además de objetos tecnológicos y mobiliario que contextualizan arte e indumentaria, todo ello posible gracias a la espléndida colección de Victoria Liceras y a los fondos de pintura, escultura y arte mueble del Museo de Bellas Artes de Valencia.

Sus dos torres en la fachada que se asoma al Turia le dan un cierto aspecto de alcázar, como era frecuente entonces en los monasterios y en ciertos palacios de la ciudad (como puede ser el Palacio de Cervelló, de la misma tipología). En dicha fachada destaca el almohadillado de las esquinas, en forma de puntas de diamante, los frontones alternados rectos y curvos que coronan las ventanas, las cornisas y los remates de jarrones y globos. Tiene un estilo académico.

Finalizadas las visitas programadas por Iniciatives Culturals, nos despedimos de los compañeros de La Safor hasta el próximo viaje.